Se encuentra a aproximadamente 2 horas de Tokio, cogiendo un primer tren desde la estación de Tokyo hasta Utsunomiya (Sinkansen Tsubasa) y cogiendo después el JR Nikko line.
De esta ciudad cabe destacar su incesante y abundante vegetación, remarcando como lugares turísticos el puente Shinkyo, la zona de templos, el lago Chuzenji, y las cascadas Kegon.
Empezamos el día un poco tocados por el cansancio y el desorden de horas del viaje y se nos echó el tiempo encima, así que no llegamos a coger el tren en el que teníamos plaza reservada, pero cogimos uno más tarde y no tuvimos ningún problema.
Al salir de la estación tiramos por una calle a mano derecha todo recto hasta encontrar el famoso puente Shinkyo, junto al cual se encuentran unas escaleras que subirán a la zona de los templos, donde compraremos unas entradas generales y nos explicaran el recorrido.
(Cristian en el puente Shinkyo)
(Una espada impresionante, pero no mas que los brazos que se supone la sujetarían)
Terminamos de ver esta zona y nos dirigimos a la parada de autobuses de Nishisando para coger el bus tobu hacia el lago Chuzenji que nos costó 950Y y ni siquiera teníamos sitio para sentarnos, sufriendo así una de las experiencias más fatigables hasta entonces. Así que ya en la zona del lago nos dejamos caer en unos bancos a descansar un rato para retomar con fuerza lo que queda por ver.
(Creo que nunca hemos llegado a estar tan cansados)
Nos dirigimos a las cataratas Kegon y desde un mirador hacemos unas fotos.
Se puede bajar en ascensor que desciende hasta la la base de la catarata, siendo el precio de 500Y pero preferimos ahorrarlos.
A continuación damos un paseo bordeando el lago en dirección al Templo de Futasaran (el segundo) y vemos unas barcas cisne muy chulas navegando por el rio pero desgraciadamente eran muy caras.
Llegamos al templo y subimos unas escaleras que parece que lleven con su eterno ascenso a Narnia, debido a que nunca parecen acabar, viendose a gente preparada con botas y mochilas. Así que con todo decidimos no subir mucho y siguiendo nuestro instinto aventurero nos metemos por cualquier rincón, sorprendiéndonos al ver dos monos, los cuales correteaban por la ladera del bosque.
Ya a la salida del Templo de Futasaran nos cogemos el autubus que nos deja en la Estacion de Nikko y nos cuesta 1100Y, bastante caro.
Desde ahí hacemos el camino de vuelta a tokyo al revés que a la ida.
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